Actualizaciones de noviembre, 2010 Mostrar/Ocultar Comentarios | Atajos de teclado

  • Ó Consultores 9:16 PM el 5 November 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Branding, , , , , , ,   

    Obama y Zapatero: El mantenimiento de una marca 

    Dicen que Obama además de su presencia en las redes sociales, sacó los pies a la calle ¿Realidad o un producto de marketing?

    Este mes hemos podido ver como una de las mejores marcas construídas; «Obama» se ha desinflado. Los resultados constatan cómo toda la ola que movió Obama, cómo toda su cercanía y buenos propósitos se han quedado, como dicen muchos políticos norteamericanos, en nada.
    Obama fue todo un producto del marketing político. Se construyó una marca en torno a una serie de valores y sentimientos. La marca funcionó y Obama se convirtió en el primer afroamericano presidente de los EEUU. La marca Obama que tanto valía en aquel momento… ¿Cuánto vale ahora?
    En España crearon otra marca con fuerza y con dos letras: «ZP». La marca ZP ha tenido muy buenos resultados pero se está viendo que está, como Obama y la economía, en recesión. Las próximas elecciones municipales de España nos marcarán el estado real de esta marca ibérica.
    ¿Qué falla para crear y hundir una marca política? ¿Dónde está el problema? ¿Creamos marcas basadas en humo?; Cuando nace una marca comercial, esta se sustenta en solucionar, en mejor o peor medida, una serie de necesidades que tienen los ciudadanos. Las personas testan esas marcas, las prueban y, si les convence, repiten. Son marcas con productos bien definidos que tienen el objeto de solucionar unas necesidades concretas, se construyen basadas en algo y dirigidas a los ciudadanos. Ellos son los que marcan su rumbo. Nos podrá gustar más o menos, pero tenemos otras marcas que sirven para lo mismo y contamos con una mayor oferta. Muchas de ellas se crean como iconos y se apoyan mucho en el sentimiento, existen mucho más efectos para una marca comercial, y para eso tendríamos que hablar de las 4 P del marketing tradicional.
    ¿Y si pasamos a los políticos? ¿Y si dejamos de lado las 4 P del marketing? Las marcas políticas, basan su éxito en la percepción del ciudadano. «Yo esperaba mucho más de este político pero me ha decepcionado» es una frase recurrente pero no alejada del día a día de la gente. En un post señalamos algunos de los modos que tienen los políticos de hacer llegar su trabajo diario. Los que trabajamos en el mundo del marketing político tenemos que preocuparnos por crear marcas que no se desinflen a la primera de cambio. No podemos vender humo, y mucho menos, crear falsas espectativas en los ciudadanos que son por quienes tienen que trabajar nuestros políticos.
    Son muchas las cosas que podríamos decir, aquí hemos querido dar unas pequeñas pinceladas sobre una realidad, cada día más presente en nuestra sociedad. Los resultados, los iremos viendo. ¿Hay que apoyar a un buen producto de marketing o a un buen futuro gobernante?

    Entrada original: Intelligence Compass

     
  • Ó Consultores 2:56 AM el 28 August 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , , , Ministros,   

    Golborne, ¿El Bachelet de la derecha chilena? 

    El ministro de economía en una de sus visitas a terreno.

    (por Hernán F. Villar Cárdenas)

    No cabe duda de que en estos momentos el hombre más famoso de Chile es el ministro de minería Laurence Golborne. Su infatigable espera al lado de los familiares de los 33 mineros aun atrapados ha sobrecogido al país y al mundo. Su capacidad para aprender a comunicarse con los medios, superando al discretísimo desempeño de la siempre perpleja Ministra Von Baer (desaparecida en acción en este episodio); su simpatía y su cara de “hombre bueno” han logrado generar un puente con la opinión pública que hasta ahora no ha logrado nadie en el gobierno, ni siquiera el Presidente Piñera.

    El “fenómeno Golborne” me hizo recordar de súbito al “fenómeno Bachelet” en su momento. Y es que cuando hay diferencias entre uno u otro, las similitudes son notables, desde las triviales, como el que sus nombres son evidentemente no hispánicos y su corta estatura, hasta otros más determinantes.

    Como ya dije, ambos se parecen. Ambos se han construido frente a las cámaras en medio de situaciones difíciles: la presidenta Bachelet montada en un carro Mowag en las inundaciones y Golborne de casco y zapato de seguridad al pie los sondajes. Ambos provienen de la educación pública, la primera del Liceo de Niñas de Santiago, y el segundo en el Instituto Nacional. Ambos no tienen miedo a equivocarse en público, son capaces de emocionarse ante el dolor ajeno, ante la frustración de no poder hacer más de lo que están haciendo. La capacidad de ambos de mezclarse, tomado mate y comiendo un pan con mortadela lisa al desayuno, sin que parezca forzado (como le resulta forzado al Presidente y demás ministros) puede llevar a Golborne tan lejos como llegó a Bachelet.

    Cierto resulta que Bachelet se crió en las lides políticas y que sufrió en carne viva lo que ningún otro Presidente de la República ha sufrido, pero Golborne no es un primerizo y pocos conocen que tuvo una temprana militancia en política en los primeros años de la década del 70, en una trinchera distinta a la de la Presidente Bachelet, claro está. Así Golborne tiene lo que otros ministros mas “políticos” no tienen: la trinchera política, la reunión donde se arregla el mundo, la capacidad de escuchar conversaciones bizantinas y el oído entrenado para entender el subtexto de una conversación.

    Si la derecha actúa inteligentemente, cosa que en estos cinco primeros meses no ha resultado, podrían llegar a tener entre sus manos al candidato que tanto buscan, eso si es que el Presidente deja que “Laurence  de Atacama” tenga agenda propia y se desligue de los torpes asesores del segundo piso de La Moneda. Si se deja absorber por los “profesionales de excelencia” y sus peroratas vacías, la derecha habrá desaprovechado a una carta como hoy no tienen otra.

    Créditos Foto: Blog de Cristian Gengnagel, concejal.

     
  • Ó Consultores 6:48 PM el 18 May 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Ciberactivismo, , , , Nelly Ramírez Moncada,   

    Los medios y la resistencia pacífica 

    (por Nelly Ramírez Moncada)

    En un artículo sobre Resistencia Pacífica y Revoluciones de colores se destacó la importancia de la resistencia pacífica y de las revoluciones de colores como medios no-violentos para conquistar cambios sociales en pro de la democracia. En el repertorio de acción colectiva no-violenta destaca el uso de campañas informativas como un potencializador del mensaje por su enorme capacidad de incidencia y movilización. Los medios han demostrado ser un segundo poder dentro de las estructuras de nuestra sociedad.

    Las campañas informativas deben constar de estrategias y planes de asesoramiento a la población sobre fuentes confiables de información y una continua retroalimentación sobre la situación política del país y los posibles espacios para manifestarse. En períodos electorales la necesidad de estar informado se acrecienta, la campaña debe promover la generación rápida y fidedigna de información sobre los candidatos y el desarrollo de los procesos electorales. Un componente imprescindible de dichas campañas es la creación de una estrategia conjunta de las distintas ONG nacionales e internacionales envueltas en el proceso electoral para dar cuenta a la ciudadanía del quehacer de la institución electoral y su debida transparencia, de forma unificada.

    En los casos exitosos de Revoluciones de Colores en Georgia (Rosa, 2003) y en Ucrania (Naranja, 2004) las campañas informativas –y por ende el correcto uso de los medios de comunicación– enfocadas en la defensa del voto, la educación electoral y el monitoreo de las elecciones, garantizó que la ciudadanía estuviera altamente informada y sensibilizada en relación con la importancia de la transparencia en los procesos electorales. Esto posteriormente desembocó en multitudinarias manifestaciones y actos de repudio en todo el país ante los señalamientos y evidencias de fraude electoral, la intensidad de dichas manifestaciones llegó a tal punto que obligaron en sus respectivos países al instituto electoral a convocar a elecciones nuevamente.

    En relación con el uso de los medios de comunicación por parte de los nicaragüenses, el conocido experto en comunicación, Guillermo Rothschuh Villanueva, ha indicado que “la sociedad nicaragüense aún no se ha empoderado de los medios, no acude a ellos de manera sistemática, únicamente lo hace en situaciones límites; quienes más recurren a los medios son las organizaciones políticas y de la sociedad civil. Un avance significativo sería que las organizaciones de base, gremiales y sindicales contaran con su propia estrategia de medios. Los nicaragüenses no se han apropiado de ellos como debería ser, debido a su importancia por su carácter omnipresente y omniabarcante. Los medios son un eje transversal y apoyándose en ellos, diversos grupos tendrían capacidad de movilización, incidencia y de galvanización de las conciencias.”

    En Nicaragua, según estadísticas oficiales de Telcor del año 2009 hay 3,139,697.00 usuarios de telefonía celular, por tanto la difusión de mensajes de texto debe valorarse, para lo cual ya existen herramientas en Internet tales como Taringa, Grippo, entre otros, que permiten enviar cientos, miles o millones de mensajes al mismo tiempo. Por el lado de los medios audiovisuales una reciente encuesta elaborada por la ONAP ha indicado que en la ciudad de Managua más del 95% de la población tiene un televisor, contundente argumento a favor del famoso dicho: “Una imagen vale más que mil palabras”.

    Las conexiones de servicio a Internet según censo de Telcor del año 2006 son 23,624.00 en todo el país. Esta cifra no corresponde a un número individual de usuarios sino a la contratación del servicio. Diversos expertos han manifestado que el uso individual de internet lleva un crecimiento acelerado debido a la proliferación de cibercafés y salas de internet en las principales ciudades del país. Del creciente uso del internet, se desprende la importancia del uso de redes sociales habiendo demostrado ya su enorme capacidad de movilización y su naturaleza unificadora y transfronteriza.

    El connotado escritor Mario Vargas Llosa, en una entrevista a El Universal de Caracas, al preguntársele sobre los alegados intentos del Presidente Chávez de Venezuela de controlar estas redes sociales, dio una respuesta contundente y alentadora: “No hay dictadores que puedan controlarla. Es una tecnología que ha hecho volar las fronteras, que hace volar todos los sistemas de censura y ese es el aspecto más positivo, que es una garantía de comunicación y de libertad que va a derrotar sistemáticamente todos los intentos tiránicos de controlar el pensamiento y la expresión. En esto Chávez también fracasará, se lo puedo asegurar.”

    El grupo en Facebook “Un millón de voces en contra de las FARC” (con más de 450,000.00 miembros) fue la plataforma utilizada para convocar la marcha del 4 de febrero del año 2008, de envergadura mundial. Según datos presentados, se informó que más de doce millones de personas en distintas ciudades de Colombia y el mundo participaron en la misma. Este ejemplo deja entrever claramente la inmensa y portentosa capacidad de las redes sociales para promover la movilización de la ciudadanía en varios países al mismo tiempo y con un alto grado de intensidad y convicción.

    En sociedades altamente mediatizadas como las nuestras el correcto uso de los medios de comunicación es un factor clave para alcanzar un alto nivel de incidencia y llegar de manera simultánea y eficaz a un mayor número de ciudadanos a nivel mundial, no únicamente en períodos de gran tensión, sino de forma permanente y estable. El diseño e implementación de campañas informativas orientadas a sensibilizar, incidir, informar, difundir y ejercer presión de forma estratégica sobre los actos de las diversas fuerzas políticas y en un futuro durante un proceso electoral podría significar un mundo de diferencia de cara a nuestra posibilidad de hacer girar el curso actual de la democracia y por ende nuestra calidad de vida en Nicaragua. Hoy por hoy el uso de los medios de parte de diversos actores de la sociedad civil en respuesta a los actos del gobierno se ha hecho de forma improvisada y reaccionaria, esto debe replantearse y estudiarse urgentemente.

    Artículo original publicado en El Nuevo Diario de Nicaragua

     
  • Ó Consultores 1:34 AM el 26 February 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Daniel Eskibel, derrota electoral, Psicología Política   

    El Karma de los perdedores 

    (por Daniel Eskibel)

    En la política, como en la vida, también hay que saber perder. Sin embargo el 95 % de los políticos no lo sabe hacer. Una prueba irrefutable es que al día siguiente de la derrota salen a culpar a otros de lo que fue su fracaso. El menú de culpables puede ser muy amplio: los otros candidatos, la prensa, el poder del dinero, la maldita publicidad y principalmente los esquivos votantes que no terminaron de darse cuenta de qué era lo mejor para ellos. ¡Pamplinas!

    Mi querido amigo político: con esa mentalidad nunca vas a salir de perdedor. Sólo vas a triunfar el día que descubras que, al igual que todos los candidatos perdedores, tú mismo eres sordo, ciego y mudo (escucho el murmullo de protesta de varios candidatos, celosamente orgullosos de su capacidad para escuchar a la gente, para ver la realidad tal cual es y, ¡Para hablar!).

    Pero insisto. Sordos, ciegos y mudos. Busquen allí las razones del fracaso electoral (-estimado amigo- dice uno de ellos, -¿tienes alguna mínima idea de los miles de personas a quienes escucho a lo largo de mi actividad política?).

    Lamento desilusionarte. Podrás reunirte con miles de personas, pero de lo que hablo es de escuchar realmente lo que dicen y lo que quieren y cómo piensan y especialmente cómo se sienten. En realidad la mayoría de los políticos escucha a los otros políticos, no a la gente de la calle. Y escucha a su círculo más estrecho, el cual muchas veces le construye con palabras una realidad virtual ajena a la otra realidad.

    Además, como decían los griegos, «los dioses ciegan a quien quieren perder». Fruto de su dificultad para escuchar, los políticos perdedores dejan de ver la realidad tal cual es. Ven lo que quieren ver, lo que cierra y calza con sus prejuicios, lo que sirve a sus estrategias. Ven solamente el mundo virtual, ese mundo de circuito interno habitado por dirigentes y periodistas especializados. Allá lejos, allá afuera, los hombres y las mujeres comunes los ven pedaleando afanosamente dentro de su burbuja. Por eso pierden (escucho la protesta de una voz que llega desde lo profundo de la burbuja: -digamos que tienes parte de razón, pero lo que no podrás decir es que somos mudos… ¡Por favor…! ¿Mudos nosotros!!?).

    Parece claro que los políticos han recibido el don de la palabra. Pero eso no significa que se hagan comprender. Es más: la palabra política suele tener dos defectos congénitos.

    El primer defecto es la carencia absoluta de síntesis. Hablan demasiado, creen que más es igual a mejor, quieren decirlo todo sobre todos los temas. Si a un político le dan 90 segundos, lo considera poco menos que una ofensa: «ese tiempo no existe, no da para nada, no se puede comunicar nada en tan poco tiempo». Sin embargo 90 segundos es un tiempo larguísimo en una entrevista en el informativo televisivo de la noche. Y para un publicista 90 segundos es el tiempo como para emitir 4 avisos publicitarios con diversos temas (¡Una enormidad de tiempo!).

    El segundo defecto es que se trata de un discurso egocéntrico, centrado en sí mismo, atrapado en el circuito interno de la política. Como no conoce al destinatario, como no ha escuchado adecuadamente a la opinión pública, su palabra no llega a destino y se pierde en el vacío.

    Lo digo claramente: el político perdedor es mudo porque su hablar es un ejercicio vano, pura retórica, ademán sin sustancia. Su comunicación no convence, no llega, no ingresa a la mente del oyente que es el verdadero campo de batalla.

    La inmensa mayoría de los políticos son perdedores. Para cada cargo electivo son muchísimos quienes se presentan para tratar de ganarlo, pero los que finalmente llegan son la ínfima minoría. Los derrotados perdieron antes de contar los votos. Perdieron porque no supieron comunicarse con el elector. Para comunicarse hay que saber escuchar, ver y hablar. Y los perdedores son sordos, ciegos y mudos.

    Daniel Eskibel – Psicociudad
    El cerebro del votante es un oscuro laberinto. La psicología política lo ilumina. Descubre el lado secreto de las campañas electorales en
     
  • Ó Consultores 3:19 AM el 19 February 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: David Owen, El Periscopio, , Hubris, , Rosa María Artal,   

    Hubris, el síndrome de los políticos 

    (por Rosa María Artal)

    Soberbia, desmesura, huida de la realidad. Son los males que invaden a los políticos en el ejercicio del poder. David Owen, antiguo ministro de exteriores británico y neurólogo en su vida cotidiana, invirtió seis años en estudiar el cerebro de los líderes de la clase dirigente.  Con los resultados publicó un libro titulado “En la enfermedad y en el poder” -Abril de 2008-. Según el político inglés, hay una razón para el desvarío de quienes alcanzan altas cotas de mando o/y notoriedad: el “síndrome Hubris”, no admitido por la medicina pero con una larga historia en nuestra civilización. Y con ejemplos tan palpables que deberíamos proponer se estudiara como enfermedad… y contara finalmente con un tratamiento.

    Bush, Blair y Aznar se reunen en las Azores, con el portugués Barroso como convidado aquiescente de piedra, y deciden invadir un país: Irak. Están poseídos por Hubris. Les acomete una exagerada confianza en sí mismos, ya no escuchan a sus asesores ni a sus ciudadanos, se creen en posesión absoluta de la verdad, con capacidad para hacer y deshacer según su voluntad, no reconocen sus errores. Para Owen el poder intoxica al punto de afectar la mente. Todo se ha gestado con técnicas de manual. En otras profesiones y áreas de relevancia, se suele llegar a la cima por méritos. También se ven afectados por Hubris –ahí tendríamos a estrellas de la música y el cine pidiendo agua del Nilo para desayunar-. Pero los gobernantes con mayor motivo porque no se han impuesto solamente por su valía personal, sino por una lucha de intereses, triunfo sobre sus contrarios, más palpable que en otros campos. No está asegurado que sean los mejores de su partido, sólo se presupone.

    La mecánica es prácticamente igual siempre: salen de sus hogares anónimos, de sus cátedras, de un despacho de abogados –con frecuencia-, o de una fábrica, y en un principio se sienten incrédulos de su propia capacidad. Una nube de aduladores se apresura a convencerles de sus excelencias. La mayoría espera sacar provecho.

    El líder ya está seguro, llega la megalomanía, acometer obras faraónicas –desde desatar una guerra a taladrar media ciudad-. La M30 de Gallardón en Madrid, como ejemplo palpable de lo segundo. Los hay a cientos. Se construyen edificios “emblemáticos” que lleven su nombre y su sello para la posteridad. Los rascacielos de Manhattan inmortalizan poderes económicos. La Torre Trumps, el edificio Chrysler, MetLife Building -nacido como Pan Am Building- entre los más conocidos. El placer de entrar allí y decir: “Es mío”. En su vida personal, se dotan también de lujosos chalets e incluso palacetes. Lo primero que proyectó el ex presidente de la Corporación RTVE, Luís Fernandez, nada más llegar al cargo, fue una nueva sede que se identificara con él. Las clínicas,  distintos organismos, cuentan al menos con una lápida de quien los inauguró. Para las posteridad -o hasta que llegue la piqueta-.  Ellos ya no son “iguales” a los demás mortales, son superiores.

    Es entonces cuando se desata el miedo a perder lo obtenido. Todos son enemigos a evitar, incluso en los consejos. Rodearse de mediocres en su círculo más cercano, apenas atenúa su temor. El rival brillante, precisa su desactivación por cualquier método. Esperanza Aguirre y su “inexistente” red de espías para controlar a oponentes de su propio partido. Los “hijodeputa” a desplazar. El “¿Qué arma tenemos contra él?” “¿En la caja?” “Contra él”.

    Nerones, Calígulas, Claudios que se encierran en su castillo. El síndrome de la Moncloa, de Génova, de Ferraz, de la última planta de cualquier empresa. Por eso José Luís Rodríguez Zapatero dijo la noche de su primera victoria electoral: el poder no me va a cambiar. Por eso, tampoco lo ha cumplido.

    Los expertos aseguran que afecta más a los varones y a personas de corta capacidad intelectual. El varapalo de las urnas, el cese, la pérdida del mando o la popularidad en definitiva, sume al afectado por el Hubris en la siguiente fase: desolación, disimulada con rabia y rencor en algunos casos. El ex presidente Aznar, abrupto correcaminos del odio, es una clara muestra.

    Hubris -Hibris para el español- nació, como casi todo, en Grecia. Esa vanidad desmesurada –que competía con los dioses- acarreaba un castigo que proporcionaba Némesis, la diosa de la justicia retributiva. Sin piedad, volvía al descarriado a los límites de su realidad. No se andaba con miramientos. Sus afectados podían llegar a ver cómo un águila se comía a diario su hígado –regenerado, inmisericordemente, por su condición de inmortal-. Es decir, véase Vd. en esa desagradable tesitura una mañana, para que se repita todos los días, eternamente. Le sucedió a Prometeo, benefactor de la Humanidad, pero que se extralimitó de sus funciones, invadiendo el terreno de las deidades; entes, que como ya se sabe, no se caracterizan por tolerar críticas o sublevaciones. Hubris en sí mismas, son las únicas con derecho a hacer lo que les plazca. No así los titanes, ni, mucho menos, los mortales. El cristianismo, en la misma línea, habla de pecado y opone sanción a la soberbia. Claro que es un pecado capital, mortal, que conlleva la condenación eterna.  Y desde luego al ángel arrogante lo convirtieron en demonio y lo mandaron a los infiernos para siempre jamás. O los generales romanos que -con técnicas de prevención- , eran seguidos por una corte de esclavos en su entrada triunfal a la ciudad, los cuales les iban repitiendo: “Memento mori” que significa “¡Recuerda que eres mortal!”. No es necesario aclarar, que no les hacían ningún caso. Véase Julio Cesar.

    2.700 años desde la primera formulación, multitud de avances técnicos, y el ser humano y sus relaciones no han cambiado absolutamente nada. Solo que hoy, la sociedad hueca y hedonista ha suprimido la despiadada “Némesis” e incluso el “Recuerda que eres mortal“, mucho menos cruento. El castigo de las urnas a lo sumo, el cese, la pérdida del favor del público en los famosos, como mucho… y como poco. Y lo peor es que los rivales políticos, o los nuevos ídolos actuarán previsiblemente igual. Ya lo hacen en muchos casos antes de alcanzar la cota máxima a la que aspiran. Sufren de Hubris hasta  depredadores de intrascendentes ideas. Ningún águila justiciera pide cuentas. En nuestros días, reina la impunidad. Salvo la pena que lleva implícita su propio síndrome: el miedo a perder lo conseguido.

    (Este texto, que he actualizado, lo publiqué el 19-04-2008 a las 12:23, en el malogrado SOITU, que estimulaba el bien hacer y al que tanto añoramos).

    PD. Escuchando el debate del Congreso, me temo que Rajoy padece de Hubris prematuro, desde ya.

    Si quieres leer el artículo original o saber más de esta autora, no olvides visitar su blog, El Periscopio.

     
    • Laura solari 8:05 AM el 24 agosto 2012 Enlace permanente

      hola Laura te mando un mail para que se lo mandes a susi

    • Laura solari 8:15 AM el 24 agosto 2012 Enlace permanente

      susi es para que lo leas te lo mando es lo que tiene la presidenta despues me lo contestas que te parece chau te mando un beso

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